Masculino de 16 años, 2º hijo, obtenido por parto eutócico, eutrófico. No fuma, alcoholismo negado. Padres aparentemente sanos.
Originario de Mazatlán Sinaloa. Practica surf. Antecedente de asma en la infancia, alergia a penicilinas, sulfas y presentó urticaria, rinorrea, edema laríngeo y broncoespasmo en una ocasión con camarones. Resto sin importancia al padecimiento actual. Acude a consulta por presentar otalgia derecha de 1 día de evolución, pero hace 3 días comenzó con prurito ótico. El dolor aumenta cuando mueve la cabeza de arriba para abajo, usa hisopos de algodón con frecuencia para limpiarse los oídos. Hace una semana presentó un cuadro de infección de vías aéreas superiores que al parecer remitió en 2-3 días y al que no se dio tratamiento.
La otitis externa es una infección del epitelio del canal auditivo. También, en este caso se le conoce como infección del nadador. Cuando el agua se queda atrapada repetidamente en el canal auditivo (usualmente al nadar), se produce inflamación, edema y eritema. Esto propicia que el canal auditivo sea susceptible una infección superficial. El estado normal del canal auditivo es estar siempre seco. La cerilla (cerumen) es producida por el canal auditivo como un agente impermeabilizante natural. El uso frecuente de los hisopos de algodón reduce la barrera de la cerilla y aumenta la posibilidad de desarrollar otitis externa. Por el otro lado, una cantidad excesiva de cerilla en el oído puede inhibir el drenaje del agua del oído, originando que la piel se agriete y esto, a la vez, conduce al desarrollo de la otitis externa.
Se investiga la presencia de secreción purulenta (otorrea) y se refiere que sí, efectivamente el día que acude a consulta, por la mañana presenta otorrea amarillenta que comenta que no es fétida. Al realizar la exploración física se aprecia: conducto auditivo derecho con discreta hiperemia, dolor, descamación discreta, huellas de rascado, laceración leve y secreción amarillenta fétida, opacificación timpánica con discreta perforación de membrana timpánica a las 6, adenomegalia, orofaringe hiperémica, granulosa, conjuntivas tarsales hiperémicas y granulosas. Resto de exploración sin alteraciones aparentes.
El paciente comienza con otitis externa, (oído del nadador) ya que practica surf. Se complica con otitis media y perforación timpánica. El antecedente de la infección de vías aéreas superiores tmbién nos permite pensar en una implicación bacteriana
Es un proceso agudo de menos de 4 semanas, con diagnósticos de otitis externa del nadador, que pasó a ser una otitis media con perforación timpánica y antecedentes de proceso infeccioso de vías aéreas superiores, practicar surf y además con datos de atopia. Por lo anterior, se debe realizar un cultivo de la secreción ótica, así como una audiometría y otoscopia, para evaluar datos de hipoacusia y otras lesiones.
Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis son las principales bacterias implicadas en la otitis media, sin embargo, las pseudomonas y otras bacterias que comúnmente se encuentran en el agua pueden causar también infecciones del oído.
En raras ocasiones, la infección puede ser causada por un hongo.
Tratar de limpiar la cera del conducto auditivo externo con hisopos de algodón u otros objetos puede dañar el oído.
Las complicaciones de la otitis pueden ser agudas y crónicas. En niños pequeños es muy común debido al crecimiento de las adenoides, la proporción anatómica y la obstrucción de las trompas de Eustaquio debido a esta causa. En caso de otitis de repetición en los pequeños, se debe pensar en un problema de inmunodeficiencia. Así, la causa común de todas las formas de otitis media es la obstrucción de la trompa de Eustaquio. Esto es generalmente debido al edema de la mucosa nasofaríngea, causado por una infección de vías aéreas superiores o por alergias, en la mayoría de los casos. Debido a la obstrucción de la trompa de Eustaquio, el volumen de aire en el oído medio es atrapado y partes de éste son absorbidas lentamente por los tejidos circundantes, lo que lleva a un leve vacío en el oído medio. Finalmente, el vacío puede llegar a un punto en el que el líquido de los tejidos circundantes se aspira a la cavidad del oído medio (también llamada cavidad timpánica), provocando el derrame del oído medio.
La otitis media aguda (OMA) con colesteatoma: se caracteriza por perforación del epitímpano, membrana de Shrapnell o marginal superior con supuración fétida y en general poco abundante. Se acompaña con peligro de una complicación endocraneana grave, aún sin agudización.
La otitis media aguda tuberculosa se caracteriza por perforaciones irregulares múltiples, pus en grumos y pueden aparecer parálisis facial o laberintitis.
En la mayoría de los casos se necesitarán gotas óticas que contienen antibióticos durante 10 a 14 días, además de ibuprofeno para disminuir el dolor y la inflamación. Las personas con otitis externa crónica pueden necesitar tratamientos prolongados o repetitivos para evitar complicaciones.
La infección se puede diseminar a otras zonas alrededor del oído, incluso el hueso del cráneo. En las personas mayores o aquellas que tienen diabetes, se puede presentar una infección grave llamada otitis externa maligna. Esta afección se trata con antibióticos en dosis altas administrados por vía intravenosa
Se debe recomendar una adecuada nutrición y la aplicación del esquema de vacunación.
Bibliografía